Evangelia es una pieza performativa donde se reflexiona sobre los grandes enigmas que se plantea la humanidad en referencia a la conexión con lo divino.

Se trata de poner en común una danza en pareja mujer y objeto en este caso el objeto es una cruz fabricada por la artista que mide tres por dos metros. Elegimos la cruz porque queremos conectar al espectador con sus múltiples significados que dibuja como instrumento. Tanto el significado material que nos traslada a la simbología de lo sagrado, como el irracional que nos lleva a mirarla desde el mundo onírico que puede representar desde esa cruz o mochila que llevamos a cuesta de sufrimiento o la personificación de un ser superior con el que bailamos durante nuestra vida.

En esta propuesta también queremos homenajear ese papel de mujer mártir y sufridora que se les ha atribuido a nuestras tatarabuelas, madres y abuelas con esas cruces a cuestas de la dedicación a la crianza, y el hogar, para hacernos visible hacia una resurrección de la sociedad matriarcal donde esa herencia la transformamos en poder y empoderamiento de las mujeres de las nuevas generaciones.

Filosofía de la propuesta;

El enigma de lo sagrado.

¿Hacia dónde vamos abrazando la incertidumbre de la conexión con Dios, con los diversas divinidades?
El enigma del milagro, de la resurrección de Jesucristo tras ser crucificado.
De una persona que hace una promesa de peregrinación para que se cure un familiar y sucede.
El enigma de la existencia misma, si vivimos una vida única o existen las múltiples vidas, como creen en la religión budista.
¿Nos reencarnaremos?
El estado de iluminación que tanto se busca, Siddharta Gautama se convierte en «el Buda», su «evangelio» (no se olvide que Evangelio significa Buena Nueva) se convierte en el evangelio de la desilusión, el desapego y la acción «descontrolada» (o espontánea). Acción descontrola que se relaciona con el mundo irracional, el mundo mitológico, la búsqueda de la identidad a través de las experiencias místicas, de la tradición heredada.